Los daños del alcohol en el hígado són múltiples y pueden venir determinados por la cantidad de alcohol consumida (cuando el hígado no sufre de ninguna otra patología) o por el simple consumo, aunque sea leve, cuando ya hay una hepatopatía de base. En este artículo describimos los daños del alcohol en el hígado y la importancia de prevenirlos. El alcohol es una de las principales causas de enfermedad hepática crónica en España y en todo el mundo. El alcohol se consume generalmente por vía oral, y pasa por el tubo digestivo hasta el estómago. La mucosa del estómago absorbe una parte de este alcohol (cerca de un 20%) y el 80% restante pasa al intestino. En cualquier caso, llega a la sangre en pocos minutos y, posteriormente, llega al hígado.
El hígado se encarga se metabolizar el alcohol. La metabolización es el proceso de convertir una sustancia para que no cause daños en el cuerpo y pueda ser correctamente procesada. En el hígado existen varias enzimas que metabolizan el alcohol, la más importante de las cuáles es la alcohol-deshidrogenasa (ADH). Ésta sustancia convierte el etanol en acetaldehído y, posteriormente, en acetato. Cuando se consume una gran cantidad de alcohol, el acetaldehído se produce a mayor velocidad de la que el cuerpo es capaz de desactivarlo. Por eso se acumula en el hígado y es el que provoca los daños hepáticos. Con el tiempo se producen depósitos de grasa en los hepatocitos (las células hepáticas), lo que da lugar a la inflamación (hepatitis) y muerte de éstas células. Al intentar reparar los daños el hígado crea cicatrices (cirrosis). Éstas cicatrices pueden acabar desembocando en un cáncer de hígado.
Comments