Los adolescentes para embriagarse sin que los descubran utilizan un método que se trata de remojar con licor un tampón y lo insertan, en el caso femenino vía vaginal y ellos en forma anal. Con esta manera que utilizan el alcohol llega al cerebro mucho más rápido que ingieriendo la bebida pues la mucosa vaginal y la rectal tienen alta irrigación sanguínea y absorbe fácilmente las sustancias. Adriana una colegiala relató a medios locales: “Sólo quería pasar un rato agradable, quería sentirme igual que mis amigos, pero sin que mis papás me regañaran. En el cole varias lo hacíamos y lo mejor es que nadie se daba cuenta. Pero todo acabó cuando comenzaron los dolores y tuve que confesar todo a mis padres”, dijo a un portal de noticias ecuatoriano.
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